Ya hemos visto Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos. Repasamos nuestras impresiones sobre la película de Marvel Studios sin profundizar en la trama, para evitar spoilers.
Cuando Marvel Studios anunció en 2019 que la fase 4 del MCU incluiría una película titulada Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings, la atención de la mayoría de los fanáticos se desvió a otros títulos como Thor: Love and Thunder, Doctor Strange in the Multiverso de la Locura o la serie Loki.
En cierto modo, es natural, ya que estas producciones están protagonizadas por personajes y actores consolidados en el Universo Cinematográfico de Marvel, como Loki de Tom Hiddleston o Doctor Strange de Benedict Cumberbatch.
Por su parte, Shang-Chi es un personaje que, para los que no sean lectores asiduos de los cómics de Marvel, puede pasar mucho más desapercibido. La pandemia, poco después, hizo que el interés que ha generado la película no creciera como antes el coronavirus estaba entre nosotros.
Pero el 3 de septiembre de 2021, Marvel Studios estrenó a nivel mundial esta película que presenta al UCM a este experto en artes marciales. Y funcionó muy bien. Ahora que llega a Disney Plus como una película más del catálogo, veamos qué la hace interesante.
HUYENDO DEL PASADO
Shang-Chi, el personaje interpretado por Simu Liu, es un joven que intenta escapar del pasado y de la influencia de su padre, un señor del crimen (y de la guerra) que lidera una infame organización que ya hemos conocido antes. . en el UCM: Los Diez Anillos.
Pero pocas veces la huida del pasado termina juntándose. El Mandarín, el padre de Shang-Chi, no tardará en encontrarlo para que pueda volver a su lado y completar su plan.
El villano, interpretado muy dignamente por Tony Leung , tiene un artefacto/arma conocido como los Diez Anillos, porque son literalmente eso, diez anillos de metal con los que canaliza su Chi para usarlos como arma, y otras necesidades.
Naturalmente, más de uno recordará Iron Man 3 y Ben Kingsley literalmente jugando al mandarín. Habrá algo de diversión al estilo Marvel, pero te dejaremos averiguarlo cuando veas la película.
Los lectores de cómics notarán que el mandarín no era el padre original de Shang-Chi, ya que esos cómics presentaban a Fu Manchu como el padre villano. Sin embargo, los problemas de derechos en torno al personaje obligaron a Marvel a dejar de usar a Fu Manchú en sus cómics hace muchos años, y esto también se aplica a sus series y películas, por supuesto.
El pasado, de hecho, jugará un papel bastante importante en la trama de Shan-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos. La película de Destin Daniel Cretton utilizará repetidamente el flashback recurrente para dar profundidad a la relación de Shang-Chi y su hermana, Xi Xi Xialing (Meng'er Zhang), con su padre.
En algunos momentos, esos flashbacks se vuelven quizás un poco largos y excesivos. Aunque son necesarios para dotar de ese trasfondo a los personajes, quizás se abusa un poco de su uso.
En cierto modo, Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings se ha vendido como "el primer superhéroe asiático protagonista del MCU". La combinación cultural y la presencia de la cultura asiática, y más concretamente china, era algo que cualquiera, incluso sin ver los tráilers, preveía.
Por aquí nos gusta mucho el cine asiático y el bonito uso de los efectos especiales en películas como Tigre y dragón o La casa de las dagas voladoras, por citar un par, de las que hay cientos. El exotismo que tiene la cultura china en occidente y la belleza de los paisajes en los que suele rodearse estarán presentes en la película.
Se incluirán muchos elementos culturales (lo que no podemos decir es si están bien escogidos o no), que ayudarán a dar forma a una historia que dividirá la película en dos partes bien diferenciadas: una más terrenal y otra más… fantástica.
La propia película adolece de un fuerte (y deliberado) contraste en su fotografía, su banda sonora o sus coreografías entre ese aspecto más terrenal y actual y el lado místico y fantástico de la película, que abrazará esa parte de la cultura asiática que plantea la película. . . Es una transición notable, pero se hace sin problemas entre las dos mitades.